En la imagen, La Afilarmonica Triqui Traques 2008Quizás nos hemos dado cuenta tarde pero es cierto. A los murgueros, a las personas que años atrás comprábamos el bono murguero para ver las tres fases y la final, las que aplaudiamos en la gran final a todas y cada una de las murgas y no nos ibamos hasta ver actuar a la última, nos han robado la esencia de las murgas.
Ahora del concurso, nos conformamos con las fases e incluso estas, han sido invadidas por los bailadores de pasacalles de las denominadas murgas grandes que una vez terminado, se ponen a hablar o se van a comprar pipas y no te dejan escuchar lo mas importante de una murga, sus letras.
En los últimos años, las murgas han tendido a un achirigotamiento conllevado por la penalización de los jurados a la crítica influenciados por la organización y la información tendenciosa y subjetiva de algún medio.
Los que llevamos algunos años asistiendo como murgueros de grada a los concursos lo hemos notado.
En este sentido, ya es hora de que el concurso de murgas se deje de politizar y dejen de primar los intereses y criterio del partido de turno.
Lo van a tener muy dificil para llegar a una final, murgas que acaban de nacer. Su impetu si no lograran estar en la final, con el paso del tiempo se va a ir mermando hasta que se cansen.
Ya lo dijeron en el 98 los Singuangos en su epitafio por adelantado "y la crítica murió" .
No es imposible pero es bastante dificil un golpe de timón en los colectivos en otros tiempos llamados críticos. Pero para eso las murgas tienen que dejar sus intereses particulares a un lado y eso es lo mas complicado.
No deben estar en manos de las murgas las bases del concurso como tampoco deben de estar en manos de personas que cambian cada cuatro años o cuando el alcalde así lo decide. No son las idoneas porque son ajenos a estos colectivos, que de seguir en esta línea, irán progresivamente desapareciendo, quedando sólo algunos de forma testimonial.
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